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    Cuando una mujer está embarazada, cuidar de su salud y la del bebé es de vital importancia. Una de las vitaminas esenciales durante el embarazo es el ácido fólico. El ácido fólico es una forma de vitamina B que juega un papel crucial en el desarrollo adecuado del feto y la prevención de ciertas anomalías congénitas. Aquí te explicamos por qué el ácido fólico es tan importante durante el embarazo:

    1. Desarrollo del tubo neural: El ácido fólico desempeña un papel fundamental en la formación del tubo neural del feto, que eventualmente se convertirá en el cerebro y la médula espinal. Tomar la cantidad adecuada de ácido fólico antes y durante las primeras etapas del embarazo ayuda a prevenir defectos del tubo neural, como la espina bífida.

    2. Producción de glóbulos rojos: Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer necesita producir más glóbulos rojos para satisfacer las demandas adicionales de oxígeno. El ácido fólico es esencial para la producción de glóbulos rojos y puede ayudar a prevenir la anemia durante el embarazo.

    3. Crecimiento celular: El ácido fólico también es esencial para el crecimiento y desarrollo celular adecuado tanto en la madre como en el feto. Ayuda a sintetizar y reparar el ADN, lo que es esencial para el crecimiento y la división celular.

    4. Prevención de complicaciones: Se ha demostrado que la suplementación con ácido fólico reduce el riesgo de complicaciones del embarazo, como el parto prematuro y el bajo peso al nacer.

    Es importante asegurarse de obtener suficiente ácido fólico durante el embarazo. Tu médico te puede recetar un suplemento de ácido fólico específico para embarazadas. Además, muchos alimentos están fortificados con ácido fólico, como los cereales, las legumbres y las verduras de hoja verde. Asegúrate de incluir estos alimentos en tu dieta para obtener una ingesta adecuada de ácido fólico.

    Recuerda que el ácido fólico debe ser consumido incluso antes de concebir, ya que ayuda a prevenir defectos del tubo neural en las primeras etapas del embarazo. Habla con tu médico sobre la cantidad de ácido fólico que necesitas y sigue sus recomendaciones para asegurarte de que tú y tu bebé estén saludables.